Como solicitar una caja de seguridad

Si se llegara a aprobar el proyecto de unificación de los códigos Civil y Comercial, habrá una regulación específica y los bancos fijarán un tope de responsabilidad.

En la actualidad hay algunas situaciones que no están reguladas, es decir, algunos vacíos legales, como por ejemplo el uso de las cajas de seguridad. Por más que se firme un contrato entre el banco y el cliente, la responsabilidad del banco por los daños potenciales hacia los clientes no está fijada por ley. De ser necesario, se utiliza la jurisprudencia.

Generalmente el límite máximo por el cual el banco responde hacia sus clientes en caso de daños o hurtos en sus cajas de seguridad suele ser de 50.000 dólares. Pero, la realidad es que no hay una regulación específica.

Hay actualmente un proyecto del nuevo Código Civil y Comercial que podría ser aprobado en algunos pocos meses y que hace referencia oficial por primera vez, a través de cláusulas específicas, el tema de las cajas de seguridad y la papel que juegan tanto las entidades bancarias como los clientes en cuanto a responsabilidad.

En varios de los artículos afirman entre otras cosas que es válida la cláusula de limitación de la responsabilidad del banco, hasta un monto máximo, pero sólo si el usuario es informado de manera debida y el límite no importa una desnaturalización de las obligaciones del prestador.

Otro artículo habla sobre prueba de contenido y afirma que la prueba del contenido de la caja de seguridad se puede hacer a través de cualquier medio. También se refiere a la regulación de la cantidad de clientes en los cofres y asegura que si los usuarios fueran dos o más personas, cualquiera de ellas tiene derecho al acceso de la caja.

Desde la Corte Suprema de Justicia aseguran que la regulación respecto de las cajas de seguridad se creó con la intención de proteger a sus titulares y que se elaboró tomando en cuenta cuáles eran los problemas que venían sucediendo con los robos donde las entidades bancarias aseguran que son responsables de la caja pero no del contenido como tampoco del edificio y en donde los clientes firman sin leer la letra chica del contrato y sin conocer los límites por los cuales el banco se hace responsable.

 

Finalmente desde la Corte aseguraron que no se puede eliminar la responsabilidad de las entidades financieras y que la idea no fue para nada desalentar el uso de las cajas, sino proteger mejor a los usuarios.

Es lógico que en los tiempos turbulentos que estamos viviendo en materia económica en nuestro país, los ciudadanos vivan cierta incertidumbre acerca de qué hacer con sus ahorros. La pregunta es clara: Es conveniente colocar el excedente de nuestro dinero mensual en una caja de seguridad? Cuáles son los costos y los beneficios de este legendario sistema de atesoramiento. En el informe de hoy trataremos de evacuar sus dudas al respecto.

Se cree las sucursales de todas las entidades bancarias poseen aproximadamente medio millón de cajas de seguridad y que además hay una extensa lista de espera de clientes para obtener un acceso a éstas. Es lógico que luego de las duras trabas que impuso el Gobierno, desde ya hace más de un año, a los ahorristas que habían conseguido generar un dinero extra en la moneda estadounidense, éstos intentan buscar desesperadamente un lugar dónde atesorar esa suma de dinero en un lugar que le brinde los máximos beneficios.

Este fenómeno, claramente generó una gran desconfianza hacia los instrumentos financieros que ofrecen las entidades bancarias. Los clientes temen que se produzca una pesificación masiva y además se suma el miedo que implica guardar el dinero en sus hogares. Esto, indefectiblemente beneficia al sistema de cajas de seguridad de los bancos y los ciudadanos finalmente terminan viéndolas como una gran alternativa.

Aquí es donde comienza a jugar el factor determinante de la oferta y la demanda. Debido a esto mismo, los bancos terminan ofreciendo sus cajas de seguridad, únicamente si con ellas se contrata un paquete mucho más amplio de servicios, como por ejemplo podría serlo una caja de ahorro, una cuenta corriente o varias tarjetas de crédito.

Debemos tener en cuenta que las cajas de seguridad conforman un espacio que es alquilado para poder depositar de manera secreta y confidencial los valores del cliente.

El banco, lógicamente cobra un servicio por otorgar una caja de seguridad a cada cliente y además se hace responsable de la eficiencia y vigilancia de la sucursal del banco, como así también de la entereza del compartimento, excepto en caso de fuerza mayor, como por ejemplo podría ser una guerra, un huracán o bien un terremoto. Como es de esperar, en el caso de un siniestro, hay una serie de medidas a llevar a cabo.

Las cajas de seguridad están vinculadas al domicilio de una persona. Por eso nadie puede tener acceso si no es titular o posee una orden judicial. El domicilio, la correspondencia y las documentaciones son inviolables y sólo podría tener acceso a ellas a través de una orden judicial. Lógicamente, esta orden judicial debería tener motivos de una índole importante.

Es importante conocer los antecedentes de robos que se suscitaron en los últimos tiempos, dónde se robaron nada más y nada menos que 170 cajas de seguridad de una de las sucursales del barrio porteño de Belgrano del Banco Provincia. Este gravísimo hecho ocurrió en el mes de enero del año 2011 o bien, podríamos rememorar el durísimo asalto ocurrido en el mes de enero del año 2006. Estos hechos, generaron muchos interrogantes acerca de las condiciones de seguridad en las cuales los bancos guardan los valores de sus clientes.

Frente a este tipo de situación, es importante contemplar que las cajas de seguridad cuentan con una garantía en el caso de un robo, que se ubica cerca de los U$S 50.000.

Igualmente si el cliente, mediante algún método confiable, puede justificar un valor más alto en la caja de seguridad, las entidades financieras suelen dar una cifra cercana al total, a modo de reparación para de esta manera, no perder prestigio en el mercado. Para tener acceso a la garantía, el cliente deberá probar el nivel de su economía, además el origen de sus fondos. Ya sea, si el dinero es proveniente de una herencia, de una operación de venta, alquiler de inmuebles o de una indemnización. Por eso siempre es recomendable atesorar toda la documentación necesaria para demostrar los valores guardados.

En referencia a los objetos de valor, una buena alternativa es sacar fotos a las joyas o utilizar imágenes capturadas en encuentros sociales donde el damnificado muestre el elemento a guardar.

Es importante tener en cuenta también que en forma estadística, la probabilidad de sufrir un siniestro es muy baja y además hay seguros y maneras de recuperar lo perdido.

En definitiva, las cajas de seguridad son una excelente alternativa para aquellas personas que no a desean atesorar su dinero en su hogar, no pretenden depositarlo en cuenta bancaria, ni tampoco invertirlo en el mercado.

También debemos analizar que teniendo en cuenta la dura inflación que estamos viviendo durante los últimos años, tanto en pesos como en dólares estadounidenses, tener hoy en día el dinero parado, por más que éste se encuentre totalmente seguro no es la mejor de las ideas.

                

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